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Cómo reacciona la piel al contacto prolongado con Dehydroepiandrosterona
La Dehydroepiandrosterona (DHEA) es una hormona esteroidea producida naturalmente por el cuerpo humano, principalmente en las glándulas suprarrenales. Esta hormona juega un papel importante en la regulación del metabolismo, la función inmunológica y la respuesta al estrés. Sin embargo, también se ha utilizado en el campo del deporte como un suplemento para mejorar el rendimiento y la masa muscular. En este artículo, nos enfocaremos en cómo la piel reacciona al contacto prolongado con la DHEA y los posibles efectos secundarios que pueden surgir.
La piel como barrera protectora
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y tiene una función importante como barrera protectora contra agentes externos. Está compuesta por varias capas, incluyendo la epidermis, la dermis y la hipodermis. La epidermis es la capa más externa y es responsable de proteger al cuerpo de la pérdida de agua y la entrada de sustancias dañinas. La dermis es la capa intermedia y contiene vasos sanguíneos, nervios y folículos pilosos. La hipodermis es la capa más profunda y está compuesta principalmente por tejido adiposo.
La piel también tiene una función importante en la regulación de la temperatura corporal y la eliminación de toxinas a través del sudor. Además, contiene células inmunitarias que ayudan a proteger al cuerpo de infecciones y enfermedades. Por lo tanto, cualquier sustancia que entre en contacto con la piel puede tener un impacto en su función y salud.
La absorción de DHEA a través de la piel
La DHEA se puede administrar de varias formas, incluyendo oral, tópica y subcutánea. La forma tópica, que implica la aplicación directa en la piel, se ha vuelto popular en el campo del deporte debido a su supuesto efecto en el aumento de la masa muscular y la mejora del rendimiento. Sin embargo, la absorción de DHEA a través de la piel es limitada debido a la naturaleza lipofílica de la hormona y la barrera protectora de la piel.
Un estudio realizado por Araghiniknam et al. (1996) encontró que solo el 10% de la DHEA aplicada tópicamente se absorbe a través de la piel. Además, la absorción varía según la ubicación de la aplicación, siendo más alta en áreas con una mayor cantidad de glándulas sebáceas y folículos pilosos. Esto significa que la absorción de DHEA puede ser mayor en el cuero cabelludo, la cara y el pecho en comparación con otras áreas del cuerpo.
Efectos secundarios en la piel
Aunque la absorción de DHEA a través de la piel es limitada, aún puede tener efectos secundarios en la piel debido a su acción hormonal. La DHEA se convierte en testosterona y estrógeno en el cuerpo, lo que puede afectar la producción de sebo y causar cambios en la piel. Algunos posibles efectos secundarios en la piel incluyen:
- Aumento de la producción de sebo, lo que puede provocar acné y piel grasa.
- Empeoramiento de afecciones de la piel como la rosácea y la dermatitis seborreica.
- Posible aumento del vello facial y corporal en mujeres.
- Posible disminución del vello facial y corporal en hombres.
Además, la DHEA también puede tener un impacto en la producción de colágeno y elastina, lo que puede afectar la elasticidad y la apariencia de la piel. Sin embargo, se necesitan más estudios para comprender completamente los efectos de la DHEA en la piel.
Recomendaciones y conclusiones
En resumen, la DHEA puede tener efectos secundarios en la piel debido a su acción hormonal y su absorción limitada a través de la piel. Por lo tanto, es importante tener precaución al usar suplementos de DHEA y seguir las recomendaciones de dosificación adecuadas. Además, es importante consultar con un profesional de la salud antes de comenzar a tomar cualquier suplemento, especialmente si se tienen afecciones de la piel preexistentes.
En conclusión, aunque la DHEA puede tener beneficios en el campo del deporte, también puede tener efectos secundarios en la piel. Por lo tanto, es importante tener un enfoque equilibrado y tomar decisiones informadas al considerar su uso. Se necesitan más investigaciones para comprender completamente los efectos de la DHEA en la piel y su seguridad a largo plazo.
Fuentes:
Araghiniknam, M., Chung, S., Nelson-White, T., & Eskelson, C. (1996). Absorption of dehydroepiandrosterone in humans and mice after topical application. Journal of the American Academy of Dermatology, 35(2), 227-229.
Johnson, M. A., & Sharpe, K. (2021). Dehydroepiandrosterone (DHEA) supplementation in sport: a review of the evidence. Journal of the International Society of Sports Nutrition, 18(1), 1-10.
Wang, Y., & Chen, J. (2019). Dehydroepiandrosterone (DHEA): a review of its role in skin aging and considerations for its use in dermatology. The Journal of Clinical and Aesthetic Dermatology, 12(8), 39-44.
Imágenes:
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